Netanyahu insiste en su derecho a reanudar los ataques a Gaza en vísperas del alto el fuego
El primer ministro israelí subraya que este domingo comienza una tregua “temporal” y cuenta con el “pleno apoyo” de Trump para bombardear de nuevo la Franja si fracasa la transición a la segunda fase
A escasas horas del inicio del alto el fuego en Gaza, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha efectuado un discurso con más amenazas que optimismo. Eran sus primeras declaraciones desde el anuncio del acuerdo, el pasado miércoles, y durante 10 minutos ha subrayado que la primera fase —que comienza este domingo y durará un mes y medio— no es más que un “alto el fuego temporal” y que tanto el presidente de Estados Unidos que lo negoció, Joe Biden, como quien le sucederá este lunes, Donald Trump, “han dado pleno apoyo al derecho de Israel para retomar los combates si Israel concluye que las negociaciones de la segunda fase no van a ningún lado”. De hacerlo, ha advertido, será “de formas nuevas y con mucha fuerza”.
A lo largo de su discurso a la nación, Netanyahu ha señalado que no descansará hasta “cumplir todos los objetivos de la guerra”, entre los que figura tanto la eliminación de Hamás como el regreso de todos (98) los rehenes, que pasa por un alto el fuego definitivo. Pese a que el acuerdo coincide casi literalmente con el que rechazó hace ocho meses y ha aceptado ahora que Trump regresa a la Casa Blanca, Netanyahu ha defendido que Hamás “ha aceptado ahora lo que no aceptó antes”.
También ha defendido que su país mantendrá “pleno control” de la frontera entre Gaza y Egipto, el denominado Corredor Filadelfia, e incluso “aumentará un poco” allí su presencia militar. El acuerdo estipula, sin embargo, que la “reducirá gradualmente” en la primera fase y que “comenzará su retirada y la completará” entre la entrega del último rehén de la primera fase (día 42) y el octavo día de la segunda fase (día 50).
La amenaza de Netanyahu de “formas nuevas” de combatir en Gaza coincide con la justificación horas antes de su ministro de Finanzas, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, de su decisión de permanecer en el Ejecutivo de coalición, pese a votar en contra del acuerdo de alto el fuego. Smotrich asegura haber recibido garantías “a través de una decisión gubernamental, en el gabinete y de otras maneras” de que “en ningún modo terminará la guerra sin lograr todos sus objetivos, en particular la destrucción completa de Hamás en Gaza” y de que “cambiará completamente el método de guerra” e incluirá “la toma gradual de toda Gaza”. “Mira Gaza. Está destruida, inhabitable, y así debe seguir”, ha asegurado.
Smotrich aboga por colonizar la Franja con asentamientos judíos, como Cisjordania. También por reanudar la guerra tras la primera fase del acuerdo, en la que 33 de los 98 rehenes recuperarán la libertad. El jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, también ha hablado sobre el futuro de Gaza: “Hamás ha sido gravemente debilitado y no permitiremos que se recupere ni que esté en control”.
El Gobierno de Netanyahu aprobó el pacto en la madrugada del sábado y confirmó que comenzaría este domingo. Fue una cómoda mayoría: 24 votos a favor y ocho en contra, correspondientes a los que ya habían adelantado los dos socios ultranacionalistas (Sionismo Religioso, el partido que lidera Smotrich, y Poder Judío), más dos discordantes del Likud, la formación de Netanyahu. Los tres ministros de Poder Judío presentarán este domingo su dimisión, ha confirmado su líder, el titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Ha dejado claro, no obstante, que proporcionará una red parlamentaria de seguridad a Netanyahu para que siga en el poder y regresará al Ejecutivo si resulta necesario.
Tras 15 meses de devastadora invasión, el alto el fuego en Gaza entrará en vigor a las 08.30 hora local (07.30, en la España peninsular) de este domingo, según ha anunciado este sábado el Ministerio de Exteriores de Qatar, su garante junto con EE UU y Egipto.
Consciente de la ansiedad de los 2,3 millones de gazatíes por ver el fin de los bombardeos y regresar sus hogares (casi todos han tenido que abandonarlos, por miedo o por orden del ejército israelí, generalmente en varias ocasiones), el portavoz catarí de Exteriores, Majed Al Ansari, ha pedido paciencia estas últimas horas: “Recomendamos a los habitantes tomar precauciones, actuar con la máxima cautela y esperar las indicaciones de fuentes oficiales”.
Más violencia
Durante la jornada, los preparativos para la primera liberación de rehenes (tres mujeres) en manos de Hamás a cambio de la excarcelación de decenas de presos palestinos han ido de la mano de los últimos coletazos de la violencia, en forma de bombardeos en el norte, centro y sur de la Franja; del lanzamiento por la milicia hutí desde Yemen de dos misiles contra Israel (que han sido interceptados por los sistemas de defensa y no han causado víctimas) y de un atentado con arma blanca en Tel Aviv.
Como es habitual en los conflictos armados, la inminencia de la tregua no ha rebajado la intensidad de los bombardeos. Este sábado, los tanques israelíes han abierto fuego contra el barrio de Zeitún, en Gaza capital, y la aviación ha bombardeado el centro y el sur de Gaza, matando a cinco personas (tres de ellos, menores) en una tienda de campaña con desplazados en Al Mawasi, la denominada “zona humanitaria” a la que Israel exhortó a huir a la población, según los servicios sanitarios. Desde el anuncio del acuerdo, el miércoles, el ejército israelí ha recrudecido sus ataques.
En Israel, la atención está puesta en las tres primeras rehenes que serán liberadas. Según estipula el acuerdo, Hamás debería haber comunicado sus nombres en la tarde del sábado a los mediadores cataríes, para que los trasladen al Mosad (los servicios secretos de Israel en el exterior) y este, en primer lugar, a las familias. No ha sido así y, a media tarde, Netanyahu ha advertido de que no llevará a cabo la excarcelación de este domingo si no los recibe. “Israel no tolerará violaciones del acuerdo”, ha indicado. Por cada rehén, Israel liberará a 30 de los miles de reclusos palestinos por delitos vinculados al conflicto de Oriente Próximo.
Será el primero de los canjes semanales (no diarios, como en el primer acuerdo de alto el fuego, en noviembre de 2023, poco después de comenzar la guerra). Siete días más tarde, Hamás entregará otras cuatro rehenes. Desde entonces, las liberaciones volverán a ser de tres en tres.
Los preparativos también afectan al paso fronterizo de Egipto con Gaza (Rafah), completamente cerrado desde que las tropas israelíes lo tomaron en mayo y en cuyo lado egipcio se alinean cientos de camiones. Por allí accederán cada día de tregua 600 camiones de ayuda humanitaria y bienes comerciales. Entre ellos, 50 camiones cisterna cargados de combustible (que falta no solo para los desplazamientos, sino también para hospitales o generadores eléctricos), ha informado este sábado el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdelatty.
Los hutíes de Yemen, el único grupo armado extranjero que continúa atacando a Israel con misiles y drones en represalia por su invasión de Gaza, ha aprovechado la víspera de la tregua para lanzar dos misiles. Uno, contra Tel Aviv, y otro, contra la zona industrial de Eilat, en la punta sur del país. Las autoridades israelíes han asegurado que fueron interceptados y no produjeron víctimas, a diferencia de otro ataque durante la jornada, también en Tel Aviv y que la policía investiga como atentado. Un palestino de Cisjordania de 19 años ha apuñalado a un transeúnte, que se encuentra en estado grave, antes de ser abatido a disparos por un civil armado.
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